Hoy en nuestro Club tendremos una de las actividades en Regiones del Festival Internacional de Música Electroacústica Ai Maako.
Los dejamos cordialmente invitados. Entrada liberada.
Palabra compuesta de origen selknam, se refiere a la gran cadena montañosa que se extiende desde Venezuela y que desaparece poco a poco en dirección al polo sur, a la que hoy llamamos cordillera de los Andes. Este elemento topográfico milenario sirve de punto de referencia para las culturas que emergieron y siguen emergiendo al sur del mundo. Tanto para los chilenos, como para los selknam, el Ai-Maako es parte de su cultura.
Tanto como la cordillera, la música electroacústica forma parte de las construcciones y apropiaciones del Chile moderno. Considerada por algunos como la vertiente más experimental de la música docta de raíz europea, este género se ha desarrollado en Chile con tal apego y devoción como si de estas latitudes hubiera nacido. Sus referentes nacionales han consolidado su arte ante una escena translocal en constante movimiento y búsqueda identitaria, a tal punto que hoy en día se puede constatar una historia y una escena viva de compositoras y compositores de música electroacústica en el país.
La Comunidad Electroacústica de Chile es fruto del trabajo y la dedicación de aquellos que se dedicaron a promover el arte y el aprendizaje vinculado a la ciencia, tecnología y la música. Así mismo, el festival Ai Maako forma parte del legado de la CECH y de la historia del género en Chile, que tiene sus inicios con José Vicente Asuar, León Schidlowsky y Juan Amenábar a finales de los 50. El desarrollo de un lenguaje propio ha evolucionado y ha sido re-significado constantemente desde aquella época, siendo el presente festival uno de los elementos que da cuenta de este proceso.
Hoy se completa un nuevo capítulo que se suma a aquellos que han aparecido fielmente desde el año 2001 en adelante. Nuevas voces, nuevos sonidos y nuevas tecnologías convergen, esta vez para recordarnos que la música en sí misma no es estacionaria si no más bien dinámica y diversa. Latinoamérica se hace presente más que nunca en esta edición con 8 exponentes de diversos meridianos y latitudes. A su vez, la participación Chilena en el marco de Ai Maako demuestra un creciente interés por las sonoridades propias de la música electroacústica del lado oeste de la cordillera.
El Ai Maako sigue en pie desde los ojos selknam, ante quienes Chile mantiene sus deudas y compromisos. Ambas naciones mantienen la misma cosmovisión: la cordillera no es nuestra si no lo hacemos nuestra. Que la música electroacústica sirva de ejemplo en este proceso de creación y adaptación de elementos culturales y que esta se desarrolle, como propone José Miguel Candela, “en dignidad y diversidad”.
Emilio Adasme, miembro cech.